La Paz, 17 de Oct de 2022.- El paro indefinido que alista el Comité Interinstitucional Impulsor del Censo en Santa Cruz, “es una antesala para dar un golpe de Estado al actual gobierno constitucionalmente elegido”, advirtió el diputado Ramiro Venegas (MAS-IPSP), a tiempo de cuestionar la medida que antepone “intereses sectoriales” por encima de los intereses de la población.
“Ese paro es una antesala para dar un golpe de Estado al actual Gobierno constitucionalmente elegido. Solamente decirles que ellos con este paro no están pensando en la población, no están pensando en la comunidad, en esa familia grande que es la boliviana, no están pensando en los sectores vulnerables”, lamentó el legislador paceño.
Restan cuatro días para cumplirse el plazo fatal que otorgó el Comité, integrado por el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho, los cívicos de la región y el rector de la UAGRM Vicente Cuellar, antes de iniciar un paro indefinido con bloqueo de carreteras, si es que el Gobierno nacional no abroga el Decreto Supremo 4760, que establece el 2024 como el año para la realización del Censo.
“Solamente están pensando en sus intereses personales, en sus intereses sectoriales, en sus intereses grupales y no les queda más que obedecer a su amo, que es el gobierno de Estados Unidos (…). Quieren desestabilizar la economía que se está llevando muy bien actualmente. Es una forma de querer sustituir gobiernos democráticamente elegidos por gobiernos de facto”, reprochó el diputado del MAS.
El Ministerio de Gobierno desplegará efectivos policiales para resguardar la circulación de los sectores que no acatarán la medida, tal es el caso de gremiales, transportistas y otras instituciones como la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) y la Federación de Asociaciones Municipales (FAM).
A tiempo de advertir el daño económico de más de $us 32 millones por día, que generará el paro de los cívicos, el Gobierno insistió esta mañana con su convocatoria al diálogo, pero sin condicionamientos.
“El diálogo de parte nuestra está abierto, la voluntad tiene que ser a partir de que todos acepten sentarse en una mesa sin condicionarle al otro una conducta, porque el condicionamiento es una imposición, y la imposición no es diálogo. En la cuenta regresiva esperamos que haya una reflexión real, que se pueda tomar esta propuesta de sentarse a la mesa”, dijo el vocero presidencial Jorge Richter.
